La innovación pueder ser fuente de ventajas competitivas para la empresa por:
Ser fuente de posible diferenciación.
Fuente de posible liderazgo en costes.
Generar economías de escala.
A y B son correctas.
Los niveles de la estrategia son:
Estrategia corporativa, estrategia de liderazgo en costes y estrategia de diferenciación de productos.
Estrategia de internacionalización, estrategia tecnológica y estrategia competitiva.
Estrategia corporativa, estrategia de negocio y estrategia funcional.
Estrategia corporativa, estrategia de negocio y estrategia competitiva.
El modelo de Abell identifica como elementos del campo de actividad de una empresa:
Funciones, clientes y tecnologías.
Funciones, clientes, tecnologías y mercados.
Funciones, tecnologías y sistemas.
Sistemas, clientes y mercados.
La estrategia tecnológica proactiva de la empresa, basada en el liderazgo tecnológico de procesos:
Favorece la estrategia de diferenciación (suelen proporcionar mayor flexibilidad al proceso productivo, para lograr la personalización del producto a un precio razonable).
Puede suponer una reducción importante en costes que la convierta en una buena baza para la estrategia de liderazgo en costes.
A y B son correctas.
Busca evitar los riesgos de la innovación radical.
La estrategia tecnológica reactiva de la empresa:
Se basa en la identificación de necesidades nuevas y en el descubrimiento de cómo satisfacerlas.
Busca mantener el liderazgo competitivo mediante mejoras radicales en procesos e incrementales en productos, que permitan aumentar la facilidad de uso, calidad y fiabilidad de los sistemas, al tiempo que reducen costes de producción.
Evita los riesgos de la innovación radical, explotando la experiencia de la empresa en otras funciones.