PR-F-015. Práctica 5.4

Consultas al oráculo de Zeus en Dodona

Fines del siglo V a.C.

Dios. Buena fortuna. Consultan los corcíreos a Zeus Naio y a Dione a qué dios o héroe deben sacrificar y levantar sus súplicas para que se pongan de acuerdo en lo que es bueno para ellos

Los dodoneos preguntan a Zeus y a Dione si por la impureza de algún hombre el dios ha causado la tormenta.

Siglos IV-III a.C.

Heraclidas solicita a Zeus y Dione buena fortuna y pregunta al dios sobre su descendencia: ¿quizás la tendrá de su actual mujer, Egle? [SIG, 1160]

Niocratia se quiere informar sobre el dios al que debe sacrificar para que salga lo mejor parada de su empeño y se vea libre de su enfermedad [SIG, 1161]

Lisanias quiere preguntar a Zeus Naio y a Dione si no es de él el niño que Anula lleva en su seno [SIG, 1163]

¿Sería para mí lo mejor y lo más útil poseer la casa en la ciudad y la finca?

 Juan Manuel Cortés Copete (ed.), Epigrafía Griega, Madrid, 1999, p. 156 

Consulta de los atenienses al oráculo de Delfos. Mediados del siglo IV a.C.

El dios profetizó al pueblo de los atenienses que consagraran a Asclepio la casa de Demón y el jardín que le pertenece, y que el propio Demón fuera su sacerdote. EL sacerdote Demón, hijo de Demoneles, de demos de Peania, consagró tanto su casa como su jardín puesto que lo había ordenado el dios y el pueblo atenienses había concedido que él fuera el sacerdote de Asclepio según dictaba el oráculo.

SIG, 1005

[Juan Manuel Cortés Copete (ed.), Epigrafía Griega, Madrid, 1999, p. 155]

Homenaje al médico Fidias en Atenas
En el arcontado de Ferecles, en la séptima pritanía, la de la tribu Enida, en la que Epicarino, hijo de Democares, del demos de Gargeto, era secretario, el día veintidós de Gamelión, es decir, el día veintinueve de la pritanía, asamblea ordinaria; de los proedros Filaxias, hijo de Fanio, del demos de Anagirunto, fue el encargado de someterlo a votación junto con sus compañeros de magistratura. Decidió el pueblo. Eubólides, hijo de Eubulo, del demos de Eleusis, hizo la propuesta: puesto que Fidias, el médico, vive practicando sus útiles artes para el pueblo de Atenas y sirviendo a los atenienses que lo necesitan con empeño, y ahora se ha ofrecido generosamente a sí mismo para prestar servicio público gratuitamente demostrando la buena disposición que tiene para la ciudad, a la buena fortuna, que el pueblo decida que se pronuncie un elogio a Fidias, hijo de Apolonio, de la ciudad de Rodas, por su buena disposición y solicitud con la que vive a favor del pueblo de Atenas, y que se le corone con una corona de olivo; que el secretario de la pritanía grabe este decreto en una estela de mármol blanco y la coloque en el templo de Asclepio.
SIG, 164