El Urbanismo Histórico

El Urbanismo Histórico  tiene el mérito de desarrollar una fuente de información preciosa que todavía persiste en las ciudades de origen medieval y son las permanencias urbanísticas y arquitectónicas , a las que si les aplicamos métodos correctos de investigación nos ofrecerán informaciones que el historiador nunca podría obtener a través de los textos.  Por ejemplo si carecemos de información textual sobre una ciudad medieval, podremos llegar a saber  con cierta precisión si se trata de la creación de una ciudad nueva o no. Analizando la planta  se podrá percibir un trazado regular, en forma de damero, mas o menos perfecta según la topografía del terreno en la que esté implantada.

Las redes viarias permanecen y son, sin duda , los primeros elementos constitutivos de la villa, y a lo largo de ellas se estructuran las construcciones urbanas. Los recintos amurallados nos proporcionan innumerables informaciones sobre la importancia de la villa, y sobre sus posibilidades demográficas. La riqueza y disponibilidad económica de esa sociedad puede apreciarse con nitidez a través de los edificios públicos que en ella se crean. Analizando el paisaje urbano creado por una sociedad,  a pesar de haber visto desaparecer sus testimonios escritos, podemos llegar a obtener importantes informaciones del grupo social que se estableció en ella.

Los Parcelarios antiguos o en su defecto los actuales permiten conocer la distribución de los solares vecinales y hasta los primeros años del s. XX no se transformaron demasiado.

Parcelario de San Sebastián de 1841

 

La imagen generada por la propia ciudad: los fondos fotográficos

La ciudad también fue objeto de representación desde los inicios de la fotografía. Existe un fondo fotográfico de gran riqueza documental referido al marco urbano, nos referimos a la tarjeta postal. A principios del siglo XX la tarjeta postal se generaliza y sus paisajes urbanos quedan cristalizados en sus primitivos negativos.

La fotografía aérea es otra modalidad tremendamente interesante para comprender el paisaje histórico. Para la Península Ibérica disponemos de vuelos del Ejército desde los años 50 y 60,  y también la empresa española “Paisajes Españoles” tiene un fondo valioso que permite el estudio evolutivo de la ocupación del suelo.
La utilización de la foto aéreas y su manipulación a través de programas informáticos de tratamiento de la imagen, pueden ser de gran utilidad para poder  recrear el paisaje en épocas históricas anteriores. Ciertamente no sabemos con exactitud como era el paisaje urbano en el período medieval, pero sí sabemos qué elementos añadidos son posteriores a ese período, o qué grandes trabajos de encauzamiento de  ríos, o de rellenos de espacios, o desmontes se han realizado con posterioridad.  Si a estas fotografías de paisajes les vamos borrando los añadidos y sustituyendo por zonas de cultivo o de bosques como nos informan los documentos medievales, podemos tener  imágenes  muy parecidas a cómo pudo ser el entorno urbano o las dimensiones del perímetro original de la villa. La modificación  de la imagen del paisaje urbano,  con técnicas informáticas, realizada a partir de datos históricos que proporcione el investigador, puede llegar a constituir un documento interpretado.

Acceso al puerto de Guetaria

Este camino desde la villa al puerto de Guetaria  permaneció prácticamente inalterable desde el siglo xv hasta los primeros años del siglo XX.

 

Arqueología Urbana y Arqueología de lo construido

La denominación de arqueología urbana únicamente deberá aplicarse cuando el objeto de estudio es el conjunto de la villa en sus aspectos físicos, la evolución de su tejido urbano, la reconstrucción de la formación de la villa a través de los tiempos, y si fuera posible el conocimiento de las actividades y producción de sus habitantes.
No es inútil recordar que la práctica de la arqueología urbana hasta 1980 tendía a buscar los orígenes primitivos de la ciudad. De esta manera fue destruida durante muchísimos años la realidad medieval. Se desechaba la "tierra de jardín", las construcciones modernas, buscando los cimientos de las grandes estructuras anteriores. Las únicas estructuras construidas que merecían la pena eran los grandes edificios públicos o religiosos; el resto no era valorado y en consecuencia destruido.  Han hecho falta muchos años de arqueología de salvamento para que la noción de la topografía de la villa medieval sea tenida en cuenta, como el conjunto de lo construido.
El concepto de la arqueología de lo construido nace a partir de la mirada que realizan los arqueólogos generalistas sobre los edificios cotidianos que permanecen en pie. Se define en principio por negación: no es arqueología monumental, no es historia del arte, no es análisis arquitectónico y no es arqueología sedimentaria.. Lo construido supone una especie de "stock" potencial de objetos donde su valor cultural no está establecido a priori. Éste es el caso de las casas antiguas con una estructura tipo, que hoy día están en trance de desaparecer. Desde el punto de vista cultural la decisión de conservar, destruir o transformar una fachada constituye un objetivo específico para la evolución de la forma urbana.  La fachada de la vivienda urbana puede ser percibida como el límite de la parcela privada o como el límite del espacio público. En el primer caso la responsabilidad de su conservación residirá en sus propietarios y en el segundo será la colectividad quien tendrá derecho a intervenir, o controlar su evolución para que no desaparezca la imagen del conjunto urbano.

Fachada del Palacio Basozábal. Azpeitia. 

Palacio urbano construido dentro del alineamiento de la calle medieval. Ocupa dos suelos de “solar”

Última modificación: martes, 20 de junio de 2017, 12:53