064,-glaciar-Perito-Moreno(medio)

 

Las regiones de altas latitudes de ambos Hemisferios se encuentran sometidas a climas fríos que impiden o limitan muy seriamente la actividad de los seres vivos y que dan por ello lugar a biomas originales condicionados por las bajas temperaturas.

Se trata de áreas prácticamente despobladas y desigualmente conocidas que hasta hace poco tiempo se consideraban marginales por lo que, generalmente, se han descrito de manera muy esquemática. Sin embargo, abarcan una superficie muy extensa tanto oceánica como continental e, inevitablemente, contienen un mosaico de ambientes distintos dependiendo, entre otros, de la latitud, altitud y cercanía al mar.

Desde un punto de vista biogeográfico, estos ambientes pueden agruparse en cinco grandes conjuntos:

  • Áreas permanentemente cubiertas de hielo. Son los únicos estrictamente “polares” y constituyen los ambientes más extremos de la superficie terrestre hasta el punto de que carecen prácticamente de vida superior.
  • Los desiertos polares, que ocupan superficies no glaciadas intercaladas entre las anteriores o situadas alrededor de ellas y con una bajísima productividad biológica por el efecto combinado de las bajas temperaturas y de la falta de agua líquida.
  • La tundra, franja en la que las temperaturas estivales son insuficientes para permitir el desarrollo de los árboles pero en la que existe una cubierta herbácea o arbustiva bien desarrollada y una fauna diversificada.
  • El bosque boreal (o “taiga”), que se extiende por amplios territorios subárticos o continentales del Hemisferio Norte. Está dominado por las coníferas y, en su franja más meridional se enriquece con numerosas especies propias de las regiones templadas de latitudes medias.
  • Los mares polares. Sus aguas son muy frías y pueden estar cubiertas por una capa de hielo durante todo el año o una buena parte del mismo. Sin embargo, son ricas en oxígeno y nutrientes y tienen una alta productividad biológica lo que permite una relativa abundancia de seres vivos

Cada una de estas áreas presenta características propias e inconfundibles y sus límites, salvo en el caso de la transición tundra-taiga, son muy netos. Sin embargo, es frecuente que “piezas” de uno u otro tipo (o de sus distintas subunidades) se intercalen entre sí originando un mosaico que contribuye a romper la monotonía biopaisajística de estas regiones.

 

 

Última modificación: jueves, 29 de junio de 2017, 09:34