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Carlomagno y el Papa Adriano I.

Miniatura medieval.

   

   

Richard Coudenhove-Kalergi conde austriaco que en 1923 publica un libro titulado Paneuropa y creó el Movimiento Europeo con el fin explícito de lograr una unión europea.
«Europa como concepto político no existe. Esta parte del mundo engloba a pueblos y Estados que están instalados en el caos, en un barril de pólvora de conflictos internacionales, y en un campo abonado de conflictos futuros. Esta es la Cuestión Europea: el odio mutuo de los europeos que envenena la atmósfera. (...). La Cuestión Europea será resuelta sólo mediante la unión de los pueblos de Europa. (...). El mayor obstáculo a la realización de los Estados Unidos de Europa son los mil años de rivalidad entre las dos naciones más populosas de Pan-Europa: Alemania y Francia...».

   

En 1919, Jean Monnet participó en la creación de la Sociedad de Naciones, de la que fue Secretario General adjunto. Durante la Segunda Guerra Mundial presidió el Comité de Coordinación Franco-Británico para la puesta en común de los recursos aliados. Y en 1943, Monnet planteó ya sus ideales europeístas:
«No habrá paz en Europa, si los Estados se reconstruyen sobre una base de soberanía nacional (...). Los países de Europa son demasiado pequeños para asegurar a sus pueblos la prosperidad y los avances sociales indispensables. Esto supone que los Estados de Europa se agrupen en una Federación o "entidad europea" que los convierta en una unidad económica común».

   

Robert Schuman ministro francés de Asuntos Exteriores (1948-1952) asumió los planes diseñados por Monnet y propuso un plan para el desarrollo de los vínculos económicos, políticos y militares entre Francia y la República Federal de Alemania. El Plan Schuman dio origen a la Comunidad Europea del Carbón y del Acero en 1952, a la que se adhirieron seis países europeos.
«Una vez vencido el nacionalismo, hará falta imaginar formas nuevas de unificar a Europa, ya que en el pasado algunos lo han intentado por la fuerza. Sin una reconciliación sincera y definitiva entre franceses y alemanes, una Europa pacífica no es concebible».

   

Existe el peligro de ver el proceso de integración europeo como un proceso aislado, exclusivamente centrado en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial:

  • El Imperio Romano constituyó el primer gran esfuerzo para integrar una parte importante de nuestro continente y el conjunto de las tierras bañadas por el Mediterráneo.

  • La Edad Media trajo la idea de unificación bajo el común denominador del cristianismo, y de ella surgieron las ideas de "eurocentrismo" y de la "superioridad" de Europa y de la civilización europea.

  • Sin el Renacimiento y la Ilustración no podemos entender las ideas de tolerancia, libertad, respeto de los derechos del hombre y democracia en la que se trata de basar la construcción europea.

  • Hay una realidad evidente que debemos señalar: la idea de Europa es algo que no podemos entender en su plenitud sin tener en cuenta la evolución histórica de nuestro continente anterior a la Segunda Guerra Mundial y al reciente proceso de integración concretado en la Unión Europea.

La lista de importantes y, a veces, tristemente célebres, figuras históricas que de una manera u otra persiguieron una idea de Europa: Carlomagno, Carlos V, Napoleón, Metternich, Hitler..., aunque desde el control de una sola nación o estado, no como un acuerdo mutuo de colaboración. Lo mismo podríamos decir de intelectuales y filósofos. De Rousseau a Marx, de Kant a Leibniz, son múltiples los pensadores que han propuesto la idea de una Comunidad Europea como un objetivo político deseable a largo plazo.

Para muchos la Primera Guerra Mundial (1914-1918) significó el comienzo del fin de la civilización europea. Otros, los menos, comprendieron que la capacidad de reacción de Europa dependía de su capacidad de superar los nacionalismos agresivos que habían llevado al continente a la catástrofe y de adoptar el ideal de una Europa unida y pacífica como proyecto común.

Ya en 1923, el conde austriaco Coudenhove Kalergi fundó el Movimiento Pan-Europa. En 1926 consiguió reunir en Viena a diversas figuras políticas en el Primer Congreso Paneuropeo. El movimiento paneuropeo vivió su época dorada en la segunda mitad de los años 20. Este movimiento pretendía frenar el comunismo soviético y ejercer de contrapeso frente al poderío económico de los Estados Unidos.

En 1929, Aristide Briand, primer ministro francés, pronunció un célebre discurso ante la asamblea de la Sociedad de Naciones en el que defendió la idea de una federación de naciones europeas basada en la solidaridad y en busca de la prosperidad económica y la cooperación política y social. La Sociedad de Naciones le encargó a Briand la presentación de un memorando con un proyecto concreto. El político francés presentó un «Memorando sobre la organización de un sistema de Unión Federal Europea» en 1930.

Estos proyectos de unión política se vieron frustrados por motivos económicos y políticos:

  • Económicos: proteccionismo ante la Gran Depresión. El estallido de la depresión económica barrió las ideas de solidaridad y de cooperación del panorama internacional.

  • Políticos: el acceso de Adolfo Hitler a la cancillería alemana en 1933, supuso el fin definitivo de la concordia europea y el renacimiento del nacionalismo en su peor versión. Europa se encaminaba a una nueva catástrofe.

Última modificación: viernes, 20 de octubre de 2017, 09:22