1. 1.1 Hacia una definición de la ciudad medieval

1.4. El legado clásico en la ciudad medieval

La civilización occidental está basada en el legado de las civilizaciones clásicas, griega y romana, y una de las mayores herencias es el modelo de hábitat urbano: las ciudades.

Las primitivas ciudades griegas no manifestaban un orden regular en su trazado urbano, y su lugar preferente era la Acrópolis, que al igual que las ciudades orientales destinaba su parte principal y de esplendor a los dioses. Grecia incorporó un elemento nuevo a la ciudad de los hombres (en contraposición a la ciudad de los dioses): el Agora, lugar de encuentro social, político y cultural de los ciudadanos. No sólo fue un lugar, sino una estructura urbanística reflejo de la nueva forma de organización política y social.

El plano ortogonal aparece, mas tarde, en las ciudades coloniales; se aplica por primera vez en la reconstrucción de la ciudad de Mileto. Este trazado regular de calles cortadas perpendicularmente dando origen a manzanas regulares se expandió por el Mediterráneo en las fundaciones griegas del período helenístico.

mileto-previo  Ver Plano de Mileto

Los romanos, herederos del pueblo etrusco y conocedores de los modelos urbanos helenísticos, plasman en el diseño de sus ciudades un trazado regular ortogonal. Singularizan dos calles principales que se cruzan perpendicularmente –“cardo” y “decumanus”– e incorporaron el Foro como elemento singular, con funciones de centro cívico. Su modelo de planta urbana, en ocasiones con diseño de campamento militar, fue exportado mas allá de las orillas del Mediterráneo, hasta los confines de sus conquistas.

leon-previo  Ver recinto romano de la ciudad de León

 

Con esta base parten las ciudades medievales. La red de ciudades de origen griego y romano perduran en el tiempo y se incorporan parcialmente, en una proporción importante, a la red urbana medieval aportando la racionalidad del plano y estructura urbanística.