1. 1.1 Hacia una definición de la ciudad medieval

1.3. El legado de la ciudad medieval en la red urbana actual

La sociedad actual es consciente del legado urbanístico de la ciudad romana y sus pervivencias en la ciudad actual, pero con ser éste importante, mayor ha sido la influencia de la ciudad medieval en la  red urbana europea actual.

Tras un largo periodo de inestabilidad que siguió a la descomposición del Imperio Romano, la forma de vida urbana sufrió un repliegue, volviendo sus habitantes a una vida rural, que garantizaba de forma mas eficaz la subsistencia y estaba menos expuesta a los ataques depredadores de bandas dedicadas al pillaje. En torno a los siglos IX y X se genera un nuevo modelo de incipiente vida “urbana” en torno a los centros de poder que garantizaban cierta protección y seguridad: los castillos y los monasterios. Sobrepasado el año mil, fecha llena de supersticiones y terrores imaginarios, el horizonte comienza a despejarse, mejoran las condiciones de seguridad, hay poderes mas fuertes que pueden garantizar un cierto grado de paz y comienza el renacer urbano con una fuerza y una difusión, por toda Europa, inimaginable. La ciudad se desprende del castillo o monasterio y se crea, por los poderes políticos locales, regionales y nacionales, laicos o religiosos, de forma autónoma. 

El modelo urbano medieval, cuando pervive sobre un soporte físico romano, se transforma aportando nuevas construcciones propias que alteran, en parte, el diseño urbanístico y también afectan a las infraestructuras romanas que se ven abandonadas por falta de interés y medios económicos. Conducciones de agua y alcantarillado son dejadas a su suerte por falta de medios para sostenerlas. Cuando se genera en torno a los centros de protección como castillos o monasterios, su forma se acopla a la estructura de los centros generadores y se extienden en torno a dichos centros generando calles sinuosas, concéntricas o en pendiente que han generado el modelo estereotipado de ciudad medieval, con calles estrechas y tortuosas. Pero este modelo solo afecta a una pequeña parte de la red urbana medieval. Debemos de tener en cuenta el otro modelo urbano que se genera en la edad media, el de las ciudades nuevas. Ciudades concebidas según un plan diseñado, siguiendo modelos racionales con lógicas geométricas parecidas a las del mundo clásico. Por toda Europa se construyen ciudades y villas con el modelo de las “bastidas”, de plano ortogonal, ciudades de planta rectangular o cuadrada, según la superficie en la que se asientan, con un trazado viario en cuadrícula.

 

toledo-previo  Ver ejemplo de plano irregular: TOLEDO

bilbao-previo  Ver ejemplo de plano regular: BILBAO

 

La mayor parte del conjunto urbano medieval fueron nuevas creaciones “Ex novo”, que no tenían un sustrato urbano histórico. Todos los países europeos vieron florecer centros urbanos de mayor o menor calibre en sus territorios. El modelo de vida urbano fue un proyecto de las autoridades políticas que secundó fervientemente la población. Al finalizar la Edad Media se puede decir que la sociedad deja de ser eminentemente rural para hablar de dos tipos de poblamiento, de sociedades y de vida: la rural y la urbana.

La red urbana implantada en la Edad Media es el sustrato urbano de la civilización europea hasta mediados del siglo XX, exceptuando unas pocas nuevas creaciones y otras pocas desapariciones.