• Para lograr sus propósitos, la antropología social cuenta con unas técnicas de observación, similares o comparables a las que son propias de otras ciencias sociales. Por supuesto, predominan las técnicas que se hallan al servicio de la investigación cualitativa, lo cual marca una cierta diferencia con otras ciencias sociales. No obstante, las técnicas propias de la investigación cuantitativa también forman parte del repertorio utilizado en la investigación antropológica.
  • Para el antropólogo resulta fundamental la consulta de la cartografía existente del lugar o lugares que pretende estudiar, porque a través de la misma va a conocer la distribución de las comunidades humanas en el medio natural, el carácter del poblamiento, los espacios de la interacción humana, las vías de comunicación que unen a las comunidades, etc.
  • Además de la información gráfica que le proporcionan los mapas, también le resulta imprescindible la información cuantitativa contenida en los censos, sobre todo porque le proporcionan la magnitud de las comunidades humanas que pretende estudiar, pero también pueden informarle de la composición de las unidades familiares y de otros detalles estadísticos.
  • La primera técnica propiamente antropológica se resume en las notas de campo recogidas por el antropólogo. Al tratarse de una observación realizada básicamente de forma directa, las notas de campo adquieren una gran importancia. El antropólogo debe recoger en las mismas todas las impresiones y experiencias que surgen de la interacción con la comunidad que estudia, y lo debe hacer de la manera más precisa posible.
  • Estas notas incluyen la elaboración de esquemas genealógicos que le permitan conocer el funcionamiento de la familia y del parentesco. La antropología social ha ido perfeccionando esta técnica en el transcurso del tiempo, de modo que el antropólogo debe ser un experto conocedor de la misma.
  • En su quehacer el antropólogo se vale de medios audiovisuales, empezando por la fotografía, los instrumentos de grabación sonora, el vídeo, etc. Todos ellos le proporcionan visiones temporalmente localizadas, que contienen una abundante información personal y colectiva. Aunque se trata de fragmentos de la cultura de la sociedad que se estudia, éstos son de gran utilidad práctica para el antropólogo.
  • En su interacción con los individuos que forman parte del grupo que estudia, el antropólogo se vale de las encuestas, de los cuestionarios y de otras técnicas complementarias. Utilizadas con rigor le aportan información sobre las actitudes relativas a la edad y al género, por ejemplo. También le proporcionan un gran arsenal de información acerca de la socialización, los valores, las creencias, etc.
  • Los antropólogos usan con gran destreza la técnica del estudio de casos, es decir, el análisis de hechos o acontecimientos que resultan claves para entender la vida de la comunidad que se estudia, una vez que van siendo localizados en el transcurso del trabajo de campo. Esta técnica del estudio de casos trata de focalizar el acontecimiento completo con la mayor minuciosidad posible.
  • Otra de estas técnicas indispensables es la que conocemos con el nombre de "historia de vida". Ahora el foco se dirige a un individuo que, de alguna manera, resume las actitudes culturales de la sociedad que se estudia. Su vida se constituye en una especie de muestra de todo lo que ha acontecido en la comunidad. No se trata de casos excepcionales sino, al contrario, de casos significativos, referenciales o típicos.

 

Última modificación: miércoles, 21 de junio de 2017, 12:21