2.1 Introducción
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La antropología sociocultural nació con el propósito de estudiar las culturas humanas de forma comparada, y orientada muy específicamente al conocimiento de las culturas que en el siglo XIX se llamaban primitivas. De hecho, la más famosa de las obras de E. B. Tylor, escrita en 1871, se titulaba Cultura Primitiva. A los antropólogos evolucionistas les llamaba la atención la existencia de culturas muy diversas y, siguiendo el paradigma que defendían, trataban de ordenar las culturas humanas, graduándolas, supuestamente, desde las salvajes hasta las civilizadas. Estos intelectuales se sienten especialmente atraídos por las que consideran más primitivas porque entienden que en ellas residen los orígenes humanos, el punto de partida de toda la evolución posterior. En su análisis, los evolucionistas situaban a las culturas occidentales en la cúspide de todas las culturas.
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Sin embargo, y aun corregidos los errores de los evolucionistas, persistieron otros con posterioridad. El hecho de que todas las culturas hayan sido vistas a la luz de las occidentales ha sido una fuente de distorsiones en la historia de la ciencia en general, y de la antropología en particular. En lo que sabemos en el presente, así como las plantas y los animales se adaptan al medio natural, los seres humanos y algunos animales complementan esta adaptación natural con otra de orden cultural que, al igual que la biodiversidad, es la clave de de la existencia de cuantas culturas han florecido y florecen sobre el Planeta.
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Frente a lo que pensaban los evolucionistas, las culturas no siguen una progresión fija, sino que, al contrario, innovan e incorporan elementos de otras culturas que las hace dar inmensos saltos en su evolución cultural. El crecimiento de los medios de comunicación y de los medios de transporte hace que la interacción entre las culturas sea sorprendente, registrándose una tendencia progresiva a favor de la igualación. Las diferencias existentes en la actualidad entre culturas muy distantes se han reducido a la mínima expresión, lo cual explica la desaparición creciente de las lenguas y las culturas minoritarias.