Un agregado sociopolítico más complejo que la tribu es el que convencionalmente se denomina Jefatura. Se trata de un tipo de agregado que, sin alcanzar el grado de desarrollo que supone el Estado, constituye como éste un sistema centralizado, en el cual la autoridad y el poder coercitivo descansan sobre una persona o grupo de personas. La centralización política se halla conectada con otra económica, de carácter redistributivo. Los sistemas de Jefatura son inherentes a sociedades que se valen de una economía más productiva que los agregados anteriores, que genera el excedente objeto de la redistribución, y consecuentemente poseen la capacidad de acumular una densidad de población mucho mayor. 

  • Antes se ha dicho que la sociedad tribal emerge en las sociedades que han domesticado, en alguna medida, los animales y las plantas. Son sociedades de horticultores o de agricultores incipientes las que se valen de dicha organización, de lo que se deduce que las primeras que surgieron lo hicieron durante el Neolítico. Ahora debemos añadir que las Jefaturas nacen con posterioridad, en sociedades que se hallan en tránsito desde la organización tribal a la del Estado. 
  • Las Jefaturas constituyen organizaciones socio-políticas de mayor complejidad que las tribus. Las primeras que nacieron en el Viejo Mundo lo debieron hacer alrededor de un milenio antes de que lo hicieran los primeros Estados y, frecuentemente, allí donde, posteriormente, surgieron los Estados. No es aventurado decir que las primeras debieron nacer alrededor de 6000 ó 7000 años. En algunos casos, la Jefatura no llegó a generar un verdadero Estado. Es posible que en el Mediterráneo prerromano, como en otras partes de la Europa anterior o contemporánea de la colonización romana, estuvieran presentes estas estructuras sociopolíticas.
  • En el Nuevo Mundo sucedió algo parecido, y las Jefaturas precedieron a los Estados en algunos lugares, mientras que en otros, como es el caso del área del Caribe, donde nacieron algunas Jefaturas, no llegó a eclosionar el Estado. El nacimiento de las Jefaturas en el Nuevo Mundo es, asimismo, posterior al nacimiento de las Jefaturas en el Viejo Mundo, análogamente a lo que sucede con el Estado. Es probable que las primeras Jefaturas del Nuevo Mundo surgieran hace 4000 ó 5000 años.
  • No obstante, lo que se dijo a propósito de las sociedades tribales también es válido en este caso. La Jefatura es un modelo, más útil en el análisis teórico que real. Sencillamente, denominamos jefaturas a organizaciones socio-políticas que, sin ser verdaderos Estados, presentas muchas de las características de éstos. Algunas de las mismas son tan parecidas a los Estados que se denominan Jefaturas complejas.
  • Poseemos abundante información sobre las Jefaturas a través de las crónicas de la colonización europea de América, donde se hacen relatos de estas estructuras tal y como las vieron los funcionarios, los viajeros, los misioneros, los exploradores y otros. Desde el sureste de los Estados Unidos hasta Venezuela, y quizá aún más al sur, existieron varias. También es posible que sucediera lo mismo, aunque de manera más discutible, en las sociedades indias del noroeste americano.
  • Otra de las áreas que nos suministra información es la Polinesia precolonial. Los colonizadores de Hawai, por ejemplo, todavía pudieron ver un sistema de este tipo en funcionamiento, que aún permaneció vigente en los primeros tiempos de la época colonial. El trabajo antropológico puso de relieve asimismo, de manera nítida, el caso de los Tikopia, en las islas Salomón, donde en época reciente eran aún visibles esta estructura política.
  • En todas las áreas donde floreció la Jefatura está presente como rasgo distintivo la existencia de una embrionaria estratificación social, resultante de una estructura económica que libera excedentes, siendo común a los casos señalados la aparición de una especialización política, que hace que estas sociedades se alejen de los modelos anteriormente señalados. La especialización política deja al descubierto una clara organización burocrática, por más que ésta sea aún discreta.
  • Esta organización burocrática proviene de una necesidad. Las Jefaturas son unidades políticas, en las que vive un gran número de personas, que pueden estar distribuidas en numerosos poblados, que precisan, como dice Kottak, una regulación política permanente
  • Para llevar a cabo esta regulación se requiere una estructura piramidal, en cuya cúspide está el jefe. Por debajo de éste se hallan los cargos, o personas que ocupan puestos políticos de mayor o menor relevancia. En las Jefaturas, los cargos que ocupan las personas son auténticos puestos, debido a que las vacantes que dejan libres los funcionarios por distintos motivos (lo que en el lenguaje administrativo de un Estado moderno son los ceses y las dimisiones, además de los fallecimientos) son ocupados por otros funcionarios.
  • Una de las explicaciones más convincentes que permite comprender la estratificación reside en que cada una de estas sociedades se halla emplazada en un medio ecológico muy diversificado, que genera producciones especializadas variadas. Dado que estos grupos carecen de movilidad, la canalización de las distintas producciones reclama una actividad redistributiva que, finalmente, es la causa de la preeminencia de unos grupos de población sobre otros, y por ello de una estratificación discreta.
  • El poder del redistribuidor o Jefe, en tanto que tiene en sus manos los necesarios mecanismos económicos, puede permitirle una acumulación de excedente, que se proyecta favorablemente sobre su linaje, generando un potente sistema de lealtades, al tiempo que sitúa por debajo a otros linajes que resultan supeditados al primero, cuyo resultado final es una organización con un apreciable grado de complejidad. 
  • Y lo que resulta más importante es que ahora el jefe tiene poder y, consecuentemente, tiene acceso a la coerción, que finalmente le concede una autoridad, cuya fuerza, ciertamente, aún proviene más del beneficio del encauzamiento del sistema económico que del que le pueda suministrarle su escasa capacidad para ejercitar el castigo.
  • Los verdaderos atributos de la estratificación se denotan en la distancia genealógica que existe entre un individuo cualquiera y el jefe, que puede ser muy corta dentro del linaje de éste y muy larga cuando alter ego está integrado en otros linajes no emparentados estrechamente con el del jefe.
 
Última modificación: jueves, 22 de junio de 2017, 13:31