Se engloban bajo el término de síndrome general (o síndrome constitucional) la astenia, la anorexia y la pérdida de peso. Una o varias de ellas acompañan a muchas enfermedades, en las que el diagnóstico se hace evidente por sus síntomas y signos específicos. Sin embargo, en ocasiones son estas manifestaciones generales el motivo principal de consulta sin que el paciente refiera otros datos orientadores. Es lo que se llama “síndrome general solitario” y obliga al médico a indagar de forma rigurosa sobre las posibles causas del trastorno. Típicamente coexisten las tres manifestaciones (astenia, anorexia y pérdida de peso), pero a veces sólo existen una o dos de ellas.

Las causas de síndrome general solitario son variadas, pero en una primera aproximación pueden dividirse en tres grandes grupos: a)psiquiátricas; b)neoplásicas; y c)orgánicas no neoplásicas.

 

Aspectos claves de la anamnesis y la exploración

 1. Curso temporal

a. Cuando el cuadro es de breve duración (menos de 2 semanas), posiblemente se deba a un trastorno banal y en general no merece la pena efectuar otros estudios. A veces el adelgazamiento puede ser falso, por pérdida de líquidos y no por pérdida de masa muscular y grasa (toma de diuréticos).

b. Cuando es muy prolongado (más de 6 meses) suele deberse a causas psiquiátricas, especialmente cuadros depresivos, pues en general las enfermedades orgánicas deberían haber producido otras manifestaciones en ese tiempo (una excepción la constituyen algunas enfermedades no tumorales, como malabsorción, hipertiroidismo, diabetes, etc).

c. Cuando la duración del cuadro es intermedia, todas las posibilidades están abiertas.

d. En cuanto a la pérdida de peso, es importante precisar si continúa (lo que sugiere “actividad” del proceso), o si se produjo algún tiempo antes y en la actualidad el peso se mantiene estable aunque no se haya recuperado el previo. 

2. Desencadenantes

a. La coincidencia con cambios vitales (trabajo, lugar de residencia, nacimiento de hijos, fallecimiento de familiares, etc) llevan a pensar en la posibilidad de origen psiquiátrico. En ocasiones, el cambio a un trabajo con mayor actividad puede provocar pérdida de peso simplemente por el mayor consumo energético, estrés psicológico o alteraciones del sueño (ej, trabajo por turnos).

b. La aparición del cuadro a partir de padecer ciertas enfermedades puede en ocasiones orientar hacia una determinada causa (ej, tbc tras “catarro fuerte”). 

3. Síntomas

a. La astenia aislada, sin anorexia ni pérdida de peso suele ser de causa psicógena o corresponder a un “síndrome de fatiga crónica”. Puede coexistir con síntomas de fibromialgia. En general la astenia que es más intensa por la mañana y no se modifica o mejora con la actividad suele ser de origen psicógeno (la astenia orgánica empeora con la actividad física). 

b. La pérdida de peso importante (>10% en los últimos 6 meses ) suele indicar causa orgánica.

c. La pérdida de peso que ocurre a pesar de mantener una ingesta adecuada, con apetito conservado, es típica de un trastorno metabólico (diabetes, hipertiroidismo) o de un síndrome de malabsorción intestinal; con menor frecuencia acompaña al cáncer, aunque en éste generalmente existe disminución de apetito.

d. Lógicamente, es preciso hacer una anamnesis por aparatos detallada en busca de posibles pistas del origen del cuadro. Debe incluir la investigación de síntomas psiquiátricos, en particular depresivos.

4. Hábitos

a. Alimentos. Se debe precisar cómo es la ingesta. A veces la pérdida de peso es simplemente la consecuencia de unos hábitos alimenticios inadecuados. Los casos más extremos los constituyen los que siguen dietas estrictas (ej, vegetarianas), la anorexia nerviosa y a veces personas que viven solas –en general ancianos- y no cocinan por dificultades económicas o simplemente por desgana o por sufrir cierto deterioro cognitivo. En ocasiones, la ingesta insuficiente es consecuencia de algunos problemas orgánicos (ej, problemas dentales que impiden masticación; dolor abdominal o vómitos que llevan a dejar de comer “por miedo”-sitofobia-, como en el angor intestinal o en la enfermedad inflamatoria intestinal; etc.). A veces la restricción completa de sal a pacientes ancianos con hipertensión o problemas cardiacos, conlleva pérdida de apetito y adelgazamiento. Se debe valorar si existe saciedad precoz o intolerancia a algún alimento, así como si el paciente tiene aversión por algún alimento (el “asco” a la carne puede ser un síntoma de un cáncer digestivo).

b. Tóxicos. El alcoholismo y el consumo de otras drogas se acompañan a menudo de pérdida de peso por mecanismos diversos (pobre ingesta, problemas psicológicos, inadaptación social, vómitos, etc.)

c. Fármacos. Muchos fármacos pueden causar astenia, anorexia e incluso a veces pérdida de peso. Por ello conviene precisar si el cuadro se inició coincidiendo con algún nuevo tratamiento. En caso de duda, se debe hacer la prueba de retirar todos los fármacos no imprescindibles y ver la evolución del síndrome general.

 

CAUSAS FRECUENTES DE SÍNDROME GENERAL

Psiquiátricas (20%)

• Anorexia nerviosa

• Depresión

• Ansiedad  

Orgánicas no tumorales (40 %)

• Metabólicas: diabetes mellitus, hiper/hipotiroridismo

• Digestivas: malabsorción, úlcera, hepatopatías

• Cardio-respiratorias: insuficiencia cardiaca, EPOC

• Infecciosas: tuberculosis, VIH

• Tóxicos: alcohol, drogas ilícitas

• Fármacos

 Neoplasias (20 %)

• Cualquiera

 Otros (20%)

• Pobreza, soledad, etc

• Cambios situacionales

• Síndrome de fatiga crónica (*)

• Idiopático

(*) Criterios diagnósticos del síndrome de fatiga crónica:

• Astenia/fatigabilidad de más de 6 meses de duración sin causa evidente y con intensidad tal que obliga a reducir la actividad física, junto a 4 o más de los siguientes síntomas:

- Disminución de memoria o concentración

- Empeoramiento marcado tras el ejercicio

- Sueño no reparador

- Dolores musculares

- Dolores articulares múltiples sin signos inflamatorios

- Cefalea reciente o de distinto tipo al habitual

- Adenopatías cervicales o axilares dolorosas

- Dolor de garganta recurrente 

 

CARACTERÍSTICA

ORGÁNICA

PSICÓGENA

SEXO

Ambos

Sobre todo mujeres

INICIO

Agudo o subagudo

Insidioso

PREDOMINIO

Vespertino

Matutino

EVOLUCIÓN

Progresiva

Fluctuante

EVOLUCIÓN DIARIA

Invariable o progresiva

Mejoría vespertina

DURACIÓN TIPICA

1-2 meses

Más de 2 meses

EJERCICIO

Empeora

No relacionado

REPOSO

Mejora

No mejora

CLÍNICA

Especifica

Inespecifica

EXPLORACIÓN FÍSICA

Positiva o no

Negativa

DATOS ANALÍTICOS

Positivos o no

Negativos

 

Pruebas complementarias

1. Primera fase. Si la anamnesis y la exploración no revelan datos que orienten a una causa evidente (incluyendo las psiquiátricas, sociales y cambios situacionales), en una fase inicial se efectuarán los siguientes estudios generales:

 1. Análisis:

• Hemograma, VSG

• Perfil bioquímico general (glucosa, función renal, transaminasas, f alcalina, LDH, calcio, sodio, potasio), PCR, proteinograma

• Hormonas tiroideas

• Elemental de orina

• Test de sangre oculta en heces

 2. Imagen

• Rx tórax

• Ecografía abdominal

 Si esas pruebas son normales y en la anamnesis y la exploración tampoco existían datos que hicieran pensar en un proceso tumoral, se puede adoptar una actitud vigilante y reevaluar al paciente al cabo de 1-2 meses.

 2. Segunda fase. Por el contrario, si hay datos sospechosos de enfermedad subyacente grave (pérdida de peso >10%), anomalías inespecíficas en la analítica previa (ej, aumento de VSG o LDH, anemia, etc), o si durante el seguimiento continúa progresando el cuadro, se efectuarán además

 1. Análisis

• Anticuerpos antinucleares, factor reumatoide

• Serologías: VIH, hepatitis B y C, VDRL

• Mantoux

• Marcadores tumorales

 2. Imagen

 • TC tórax y abdomen

• Rx gastroduodenal

 Si no se llega al diagnóstico y el cuadro sigue progresando, en una fase posterior pueden estar indicados otros estudios (gammagrafía con galio, endoscopias digestivas, prueba de estimulación con ACTH para descartar Addison, biopsia de médula ósea o de arteria temporal, etc.)

  

Bibliografía 

Además de los textos generales, puede ser útil consultar los siguientes artículos, que se pueden conseguir libremente en internet. 

• Nicholls D et al. Eating disorders and weight problems. Brit Med J 2005; 330:950. 

• Alibhai SMH et al. An approach to the management of unintentional weight loss in elderly people. CMAJ 2005; 172:773. 

• Huffman GB. Evaluating and treating unintentional weight loss in the elderly. Am Fam Physician 2002; 65:640.

 

Última modificación: martes, 13 de junio de 2017, 11:03