2. Técnica vocal. El volumen de la voz

Experimento 1: Sentir la posición de la laringe
Es importante conocer la posición de la laringe cuando se habla; si está alta, va a cerrar la faringe y la laringe porque la epiglotis estará "caída". Buscar tu laringe (la nuez) o la de otra persona te servirá para saber en qué posición se encuentra cuando estás en reposo o mientras hablas.
Tarea: Coloca los dedos en el espacio tirohioideo

Vídeo "Posición de la laringe"

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Verás que se introducen en una especie de agujeros a cada lado. Cuando empieces a decir los números del 1 al 10 vas a notar si la laringe sube o baja. Para sentir la voz cuando la laringe está baja, tira hacia abajo de ella y habla intentando que no ascienda: notarás que se ha creado un gran hueco al hablar

Véase vídeo "Posición de la laringe".

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Conclusión: Si la laringe está en una posición baja, existirá un mayor hueco de la faringe y de la cavidad oral y se oirá una voz más grande y potente.


Experimento 2 : Medir la proyección de tu voz
Para saber si una voz proyecta, lo mejor es hacer este experimento.
Tarea: Colócate fuera de una habitación con la puerta casi cerrada y que otra persona se sitúe dentro (también puedes colocar una grabadora al otro lado de la puerta). Di números o frases o cuenta lo que quieras. El que está al otro lado te debiera escuchar nítidamente. Si puedes hacerlo con varias personas compara qué voz atraviesa mejor la puerta. La que se oiga mejor será la que tiene mayor proyección. Practica las maniobras que has aprendido (mover más la lengua, mover las manos, hacer más hueco.) para que los demás te escuchen mejor.
Conclusión: La proyección no es sinónimo de volumen sino de lanzamiento de la voz y adaptación al medio.

Experimento 3: Trabajo progresivo para aumentar el volumen y fortalecer la voz
Con este experimento vas a aprender a fortalecer tu voz. Si eres sistemático y disciplinado en el trabajo, verás cómo al final del tiempo propuesto el hilo de tu voz se convierte en un chorro.
Tarea: Calienta el cuerpo y la voz bailando durante un minuto. Emite palabras y frases asociándolas a un movimiento corporal como el giro del cuerpo o el levantarte de forma rápida de una silla.

Véanse los vídeos:

Giro

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Silla

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Notarás que la voz sale sola y parece que no encuentra ningún obstáculo. Haz series diarias que deberán ser progresivas: a veces, no por querer correr más se llega antes a la meta. ¡Sé prudente!, pues estos ejercicios de aumento de volumen pueden dañar las CV.
Proponemos la siguiente serie:



Conclusión: El volumen es fácilmente mejorable: sólo es necesario disciplina de trabajo.

Experimento 4: Buscar las resonancias de la voz
Muchas veces utilizamos una voz con pocas resonancias. Con este experimento vamos a intentar que descubras una voz más resonante.
Tarea: Graba tu voz antes de comenzar este experimento y puedes comentar algo sobre lo que te gusta comer. Después, coge un cubo grande como el que se muestra en el vídeo:

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Introduce en él la cabeza y habla. Notarás que la voz se ha llenado de resonancias. Quítate el cubo e intenta hablar buscando esas resonancias. Para ello tendrás que cambiar el punto de impacto de la voz, mover la lengua de otra manera, bailar con la lengua al hablar. Grábate ahora buscando una voz con las resonancias que has oído mientras tenías la cabeza en el cubo. Deberías sorprenderte, porque el cambio es muy claro.
Conclusión: Poseer grandes resonancias vocales hará que tu voz gane en atractivo.