WAGENSBERG. KANT Y EL GRILLO SORDO

 

Jorge Wagensberg es director del Museo de la Ciencia Fundación La Caixa

 

Un alumno sorprende a su orientador de doctorado con una demostración sobre el comportamiento de los grillos. Coloca nueve individuos en tres filas de a tres sobre la mesa y los hace desfilar a son de silbato. Adelante, derecha, media vuelta, alto, rompan filas. ¡Magnífico! ¿Cómo lo has hecho? Pues esto no es nada. El doctorando elige un grillo de la última fila, le arranca las seis patas y repite el ejercicio. Nueva hipótesis, resultado nuevo: todos los grillos desfilan menos uno. ¿Y? piensa el profesor ¿Cuál es la tesis? Ésta: los grillos ápodos son sordos. Si lo desea podemos repetir la experiencia con otro grillo ...

Reflexionemos según Kant: Un juicio analítico es aquél cuyo predicado es parte del sujeto: "un grillo tiene seis patas". Un juicio sintético es aquél cuyo predicado no está incluido en el sujeto: "un grillo aprende a desfilar". Un juicio a priori es un juicio independiente de la experiencia (aunque se inspire en ella): "un grillo es un insecto". Un juicio a posteriori es un juicio que depende de la experiencia: "un grillo sin patas es sordo".

Todos los juicios analíticos son a priori. No aportan nada nuevo al conocimiento, pero sí son valiosos para aclarar conceptos, para sugerir buenas definiciones y para transitar con seguridad de una a otra. También existen juicios sintéticos a posteriori. Son frágiles y dudosos pero útiles. El conocimiento puede progresar con ellos. ¿Existen juicios sintéticos a priori? Eso no está tan claro. Es la gran pregunta de Kant. La polémica arranca antes de este pensador y aún dura (Hume, Leibnitz, Quine, Moulines ...) Un juicio así abarcaría la solidez de lo a priori y la utilidad de lo sintético. En el límite equivale a una verdad eterna no trivial, una verdad que no depende de la realidad, pero que la hace inteligible, una verdad necesaria y universal que se inspira en la experiencia sensible, pero que no se origina en ella. Kant sugiere que la estructura misma de la física se asienta en enunciados de esta clase. ¿Pero no ocurre lo mismo con una idea como la de la evolución por selección natural de Darwin? Sintético a priori: ¿No es lo mínimo que se le puede pedir a un enunciado que aspire a Principio Fundamental de la Naturaleza?

Pero volvamos a nuestro infortunado grillo ápodo. El doctorando bien podría concluir con una de estas proposiciones:

I) Los grillos sin patas no desfilan por dificultades mecánicas.

II) Los grillos sin patas no desfilan porque no están de humor.

III) Los grillos sin patas no desfilan porque son sordos.

La primera tesis es analítica y a priori. La ciencia no avanza. Suspenso. La segunda tesis es sintética a posteriori. Avanzamos poco. La tesis no se arriesga demasiado a ser desmentida o confirmada por la realidad. Aprobado justo. La tercera tesis es, de momento, un a posteriori bien verificable y mejor falsable. Pero quizá llegue a inspirar un solemne sintético a priori. Alguien podría intuir el universo en el que este a posteriori se convierte en un a priori. Con ello mejoraríamos la definición de grillo (pasamos a saber más de los grillos). Sobresaliente cum laude.

Casi me olvido: si acercamos una lupa al primer segmento de una pata anterior de un grillo nos llevaremos una sorpresa. Allí, justamente allí, hay fijado un pequeño dispositivo: es el tímpano con el que oyen los grillos y otros tantos primitivos ortópteros.