Práctica "La relajación"
La "relajación"
En esta práctica, el alumno intentará entregarse a una sesión de relajación siguiendo las instrucciones del entrenador (ejercicios respiratorios y relajación de Jacobson).
El objetivo fundamental del entrenamiento en relajación es devolver a nuestro cuerpo y a nuestra mente ese descanso que precisan para enfrentarse con las situaciones peligrosas, reales o imaginadas, después de una activación.
Mediante la relajación aprendemos a cortar las respuestas y a soportar una carga de ansiedad cada vez mayor, haciendo perder fuerza a los pensamientos negativos que parecen controlarnos.
El entrenamiento en relajación muscular actúa en dos niveles, liberando tensiones tanto de la musculatura externa (la visible, como los músculos de las extremidades o del tronco) como la interna (los músculos de órganos internos y los que rodean a los vasos sanguíneos). Se consigue así un mayor aflujo de sangre a todo el cuerpo (musculatura, vísceras y cerebro); el mayor aporte de oxígeno resultante proporciona un óptimo funcionamiento físico y mental.
Beneficios a nivel físico:
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Mejora el tono muscular, evitando el agotamiento crónico.
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El corazón produce latidos más armónicos y saludables.
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Mejora la capacidad respiratoria evitando la fatiga.
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Elimina molestias digestivas, urológicas y genitales.
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Previene las disfunciones hormonales
Beneficios a nivel psicológico:
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Incremento de la fuerza de voluntad.
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Capacidad para provocar estados de bienestar emocional.
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Disminución de la irritabilidad y la agresividad.
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Aumento de la seguridad y la confianza en uno mismo.
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Aumento del control emocional.
Advertencias previas
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Se trata de aprender una actividad que se realiza de manera gradual y en un tiempo razonable.
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En el inicio se puede experimentar sensaciones nuevas como cosquilleos, sensación de “flotar”, etc… Son signos de que los músculos comienzan a aflojarse.
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Es bueno entregarse al proceso de relajación, pero si este se vuelve incómodo se puede interrumpir voluntariamente en cualquier momento.
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Hay que tomar conciencias de que conseguimos mayor control sobre nosotros mismos a medida que conseguimos aflojarnos, distendiendo los músculos progresivamente.
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No se trata de una situación de prueba en la que se valora la actuación. Es una situación de aprendizaje, por lo que hay que preocuparse por un posible fracaso.